
¿Un club para prevenir el deterioro cognitivo? De acuerdo con una experiencia venezolana podría decirse que un club de memoria puede convertirse en un método para la prevención del deterioro cognitivo.
Empecemos por decir que la investigación en el área de las demencias, desde hace algún tiempo, ha identificado factores de riesgo asociados al déficit cognitivo, que es el síntoma central de estos padecimientos.
Muchos de estos factores de riesgos no son modificables, las personas no pueden evitar su presencia. En cambio, otros están estrechamente vinculados con el estilo de vida, y por lo tanto, son modificables.
Los factores modificables permiten el desarrollo de programas de intervención y prevención en la población de adultos mayores, quienes además se preocupan por este tema por sufrir de quejas de memoria subjetivas y observar el padecimiento de estas enfermedades en otros familiares y conocidos.
¿Qué es un club de memoria?
Los llamados “clubes de memoria” son programas de intervención que conjugan charlas educativas, dinámicas de grupo y ejercicios cognitivos para enseñar como estimular la memoria, incentivar el cambio de hábitos, y favorecer la socialización.
En un estudio se evaluó el efecto de un programa denominado “Club de Memoria” realizado en el Centro de Salud Santa Inés, en Caracas, en un grupo de 17 personas adultas mayores. La evaluación de los efectos del programa se realizó a través de la
comparación de las medidas de diversas pruebas antes de comenzar la actividad y diez semanas después.
Los instrumentos que se usaron en esta evaluación del impacto del programa fueron: Minimental State Examination (MMSE) (Cockrell y Folstein, 1988), el Dibujo Ejecutivo del Reloj (Royall, Corde y, Polk, 1988), el Cuestionario de quejas mnésicas de Vink y Allewijn (Acuña y Risiga, 1997) y la Escala Geriátrica de Depresión.
El programa mostró tener un efecto importante en disminuir las quejas subjetivas de memoria y el malestar asociado a estas, y un efecto positivo menor en otras medidas cognitivas y del estado de ánimo.
Recomendamos esta modalidad de trabajo para la realización de los talleres o clubes de memoria. La misma procura un impacto positivo no solo a través de la estimulación cognitiva y estrategias mnemotécnicas, tal como es el planteamiento de algunos autores (Puig, 2004; Acuña y Risiga, 1997; Maroto, 2005), sino que además sugerimos la pertinencia de incorporar psicoeducación acerca de estos temas, incentivar los cambios de hábitos y desarrollar nuevos intereses. Esta perspectiva es compatible con las campañas de envejecimiento activo recomendada por la Organización Mundial de la Salud (2002).
Bibliografía
- Acuña, M. y Risiga, M. (1997). Talleres de activación cerebral y entrenamiento de la memoria. Buenos Aires: Paidós
- Cockrell, J. y Folstein, M. (1988). Mini-Mental State Examination (MMSE). Psychopharmacology Bulletin, 24, 689-692.
- Maroto S. (2005). La memoria. Programa de estimulación y mantenimiento cognitivo. De la colección del Instituto de Salud Pública. Promoción de la Salud en Personas Mayores, 1(2).
- Organización Mundial de la Salud. (2002). Envejecimiento activo: un marco político. Revista Española de Geriatría y Gerontología, 37, 74-105.
- Puig, A. (2004). Ejercicios para mejorar la memoria. Madrid: CCS. Royall D. R , Cordes J. A , Polk M. (1988). CLOX: an executive clock drawing task J Neurol Neurosurg Psychiatry; 64: 588-594.
- Yesavage J. A. y Sheikh, J. I. (1986) Geriatric Depresion Scale (GDS), Clinical Gerontpology, 5: 1-2, 165-173.